Un video mañanero

 

Nadie dijo que escribir y tener un blog al día fuese sencillo. De hecho puedo constatar que no lo es. Siempre hay cosas por hacer más importantes... que falso suena eso, no?... Sería más correcta la afirmación, siempre hay cosas que me parecen más importantes de hacer que el maldito blog. Y lo es más aún si añadimos que enfrentarse a la dichosa y tópica página en blanco puede ser un autentico suplicio. Excusas baratas oigan.

Resulta que lo que me había propuesto llevar a cabo como una especie de diario ha quedado en un único texto que no tiene chicha ni limoná, y sin tener intención de transformar la cosa en algo constante ni nada por el estilo, he pensado que esto podría servirme para enseñar a aquellos que quiero y estan lejos los avances de mi niñita Elea.

Hoy ha resultado que de buena mañana estaba en el salón de casa, sentado en el sofá. Disfrutaba de la claridad del sol que entraba por las ventanas, del trinar alocado de los pajaros y de la gratificante sensación de tener Elea sobre mis piernas, cuando pensé que estaría bien grabar un poco con el movil para que mi hermano pudiese verla en movimiento. Está ahí todo tranquilita y apenas se inquieta cuando la asalta un traicionero estornudo, todo muy aburrido si, pero para quien corresponde de una belleza sin igual.

Sin más espero que te guste manito y a ver si voy contando alguna peripecia que otra, aunque nunca se sabe. 

1.- El comienzo

La paternidad… que grande suena eso verdad? De hecho es algo a lo que uno nunca puede decir que está suficientemente preparado para afrontarlo. Te pueden venir momentos de valentía sin igual en los que piensas que estás listo para dar el paso, pero seamos sinceros, al rato te vienen a la cabeza miles de razones por las que no darlo es la mejor opción. Que si aún soy joven, que si mi trabajo me absorbe mucho tiempo, no tengo trabajo, quiero viajar, no sabría qué hacer con un niño, me encanta salir de fiesta… hay cientos, en serio, solo párate por un momento a pensar en alguna y seguro que te salen, es más, te reto a que aún teniendo hijos pienses en un motivo para no tenerlos y buscando, aunque sea en lo más profundo de tu negro corazoncito aparecerá alguna. Pero resulta, que como esto va de haber dado el paso, me dejaré de tanta pamplina anti gestación y me posicionaré en el punto en el que ahora mismo me encuentro, a unos meses de asistir al nacimiento de mi hija.